Los primeros días de una abeja melífera
- Biontes
- 21 nov 2024
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 24 mar
Rodrigo A. Medellín Pico
Eva Y. Gutiérrez Gamiño

Resumen
Las abejas melíferas son pequeños pero fascinantes insectos que perciben su entorno de una manera muy especial, se dividen el trabajo de forma admirable y son fundamentales para la producción de alimentos y preservación del ambiente. Aquí te contamos cómo son los primeros días de vida de las abejas de la miel, por qué nacen como reinas, obreras o zánganos y cómo trabajan desde el momento en que salen de la celdilla. Conociendo la asombrosa forma de vida de las abejas de la miel, querrás saber más sobre las diferentes y sofisticadas formas de comunicación y comportamiento que usan a lo largo de su vida.
Palabras clave:
abeja melífera, feromonas, epigenética
Diversidad e importancia
En el mundo existen más de 20 mil especies de abejas, de las cuales, en México podemos identificar alrededor de 2 mil; como la abeja melífera (Apis), abejas de las orquídeas (Euglossa), abejas sin aguijón (Trigona y Melipona), y abejorros (Bombus). De entre todas, los principales agentes polinizadores relacionados con la producción de alimentos son las abejas melíferas; ampliamente reconocidas por la producción de miel, polen, jalea real, propóleos y veneno. Estos pequeños y fascinantes insectos perciben su entorno de una manera especial y han podido existir desde hace miles de años gracias a la cooperación y coevolución entre ellas y algunas flores, así como a su excelente distribución del trabajo.
Los primeros estudios sobre el comportamiento de las abejas melíferas los realizó el etólogo Karl Von Frisch, a quien sus investigaciones le valieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1973, distinción que compartió con Konrad Lorenz y Nikolaas Tinbergen, hoy en día considerados los padres del comportamiento animal.
Antes de nacer
El comportamiento en abejas melíferas está regulado por señales electromagnéticas, vibratorias, su alimento y sustancias químicas llamadas feromonas; estas, específicamente, son secretadas por las glándulas que poseen las abejas y funcionan como señales de comunicación que perciben a través de sus antenas.
Estas señales son muy importantes, ya que todo lo que ocurra en la colonia antes y durante sus primeros días, sean las feromonas percibidas al inicio de la vida u otras señales, determinarán su alimento, desarrollo, comportamiento y las actividades que realizarán a lo largo de su vida.
Dime que comes y te diré que tipo de abeja eres
La abeja reina es la única hembra fértil, así que es ella quien deposita en las celdillas del panal los huevecillos fecundados o no fecundados. Una vez en la celda, los huevos pasan por una metamorfosis, (de huevo a larva, luego a pupa y finalmente a adulto). Después de tres días de estar en etapa de huevo, las larvas eclosionan y son alimentadas con jalea real por tres días (Fig. 1). Posteriormente, la abeja reina secreta una feromona que provoca el cambio de jalea real por néctar y polen (pan de abeja), modificando así el tipo de alimento que reciben algunas larvas; excepto cuando no hay presencia de abeja reina o no se secreta suficiente feromona, así las larvas no sufren el cambio de alimento.

En la etapa de pupas, las celdillas son cubiertas por una capa de cera (opérculo) para terminar su proceso y salir como adultas.
Sorprendentemente, aquellas larvas que consumieron siempre jalea real emergen como abejas reinas, las larvas provenientes de huevos fecundados que se alimentaron de pan de abejas emergen como abejas obreras (hembras infértiles), mientras que las larvas provenientes de huevos no fecundados que fueron alimentadas tres días con jalea real y posteriormente pan de abeja, emergen como zánganos (machos).
En la actualidad, se siguen investigando los mecanismos involucrados en las diferencias alimenticias que dan origen a cambios tan grandes en la morfología, funciones y comportamiento de las abejas de la miel. Esto se analiza a través del metabolismo y la regulación de sus genes (metaboloepigenética). Algunos estudios han demostrado que las diferencias en la composición de la jalea real y el pan de abeja, (especialmente el tipo de proteínas y la cantidad de pequeñas moléculas de ácido ribonucleico que poseen), tienen importantes funciones de regulación de los genes. Estas diferencias favorecen el desarrollo de las reinas y limitan la reproducción de las obreras (las mantienen infértiles). Este es un ejemplo de cómo los alimentos pueden poseer elementos de regulación más allá de los genes (mecanismos epigenéticos), que una vez ingeridos determinan cambios sumamente importantes en la biología a través de la dieta.
Los primeros días de una reina, una obrera y un zángano
Reina: nace de la celda real aproximadamente a los 16 días, y realiza lo siguiente:
· 1° al 3er día: busca y elimina otras reinas con el objetivo de asegurar la sobrevivencia de la colonia (Fig. 2).
· 3er al 6° día: vuela fuera de su colonia para identificar las zonas donde se reúnen los zánganos.
· 7° día: alcanza la madurez sexual.
· 8° al 15° día: realiza vuelos de reproducción, la feromona real atrae a los zánganos y se aparea hasta con 12 de ellos.
· 16° al 18° día: periodo de descanso en el cual se almacenan y nutren los espermatozoides.
· 19° día en adelante: se dedica a poner de 1,500 a 3,000 huevos diarios, llega a vivir hasta 6 años.

Obrera: nace de la celdilla y realiza lo siguiente:
· 1° al 5° día: limpia el interior de las celdillas y regula la temperatura ventilando el aire de la colonia; se les conoce como limpiadoras y ventiladoras.
· 6° al 12° día: comienza a secretar jalea real mediante glándulas específicas (hipofaríngeas), por lo que se dedica a dar de comer a las larvas; se les conoce como nodrizas.
· 13° al 18° día: a través de glándulas específicas (cerígenas), la abeja produce pequeñas escamas de cera por debajo del abdomen, requiere comer 8 kg de miel para producir 1 kg de cera. Usa la cera para construir panales, opérculos y celdas reales; se les conoce como cereras o constructoras. Otra glándula (nasanov), secreta feromona de congregación, la cual es capaz de orientar a las abejas que regresan del campo o aquellas voladoras alrededor de la colonia; se les conoce como orientadoras.
A las abejas que ayudan a transformar el néctar en miel gracias a los componentes de su saliva se les conoce como receptoras. Si lo que distribuyen no es néctar, sino una sustancia resinosa (propóleos) que usan para cerrar huecos o desinfectar celdillas, se les llama propolizadoras.
· 19° al 21° día: defiende la colonia de cualquier agente extraño, a través del desarrollo de una glándula que produce veneno al aguijonear. Sin embargo, esta acción trae consigo la muerte de la abeja, debido a que el aguijón se fija en la piel a modo de arpón y al desprenderse desgarra su abdomen. La feromona de alarma secretada junto con el veneno, provoca que otras abejas aguijonen en defensa de la colonia; a estas abejas se les conoce como guardianas.
· 22° día en adelante: recolecta agua, néctar, polen y propóleos (Fig. 3). Vuela entre 21 y 24 km por hora a una altura de uno a ocho metros; visitan hasta mil flores en un solo viaje, las marcan con feromonas para facilitar que otras abejas las encuentren y realizan danzas para compartir la ubicación de las flores; se les conoce como pecoreadoras o forrajeras.
Llegan a vivir de 30 a 45 días cuando existen flores en el campo o 3 meses si no las hay.

Zángano: nace de la celdilla aproximadamente a los 24 días, y realiza lo siguiente:
· 1° al 5° día: son alimentados por abejas obreras.
· 6° a 11° día: busca zonas de congregación para poder aparearse.
· 12° día: alcanza la madurez sexual.
· 13° día en adelante: realiza vuelos de reproducción y muere al momento de aparearse; si no se reproduce, vive hasta que termina la floración, en ese momento es expulsado y muere de hambre fuera de su colonia.
Pese a que cada abeja tiene una función definida, bajo determinadas circunstancias, son capaces de ajustar su comportamiento para resolver problemas. Por ejemplo, abejas mayores de 13 días pueden volver a producir jalea real a falta de nodrizas, o en escases de alimento, las abejas pueden salir a buscarlo desde los 16 días de nacidas. Una muestra de la habilidad de adaptación y cooperación de estos insectos, y de la sofisticada forma de comunicarse que poseen.
Conclusión
Las abejas melíferas son un magnífico ejemplo de un comportamiento social exitoso donde, el cuidado, el aprendizaje, la adaptación y la división de responsabilidades es fundamental. Cada acción, señal, alimento que reciben o actividad que desarrollan, desde el día uno y a lo largo de su vida, dicta el día a día y futuro que le espera no solo a cada abeja melífera, sino a toda la colonia. Esos cambios pueden incidir incluso a nivel de regulación de los genes, pero todo siempre están orientados al bien común de la colonia. Una lección que todos deberíamos aprender.
Literatura relacionada
AGRICULTURA. (2023). Abejas y apicultura. Atlas Nacional de las Abejas y Derivados Apícolas. https://atlas-abejas.agricultura.gob.mx/
Zhu K., et al. (2017) Plant microRNAs in larval food regulate honeybee caste development. PLOS Genetics, 13(8), e1006946. https://doi.org/10.1371/journal.pgen.1006946
Maleszka R. (2024). Reminiscences on the honeybee genome project and the rise of epigenetic concepts in insect science. Insect Molecular Biology. https://doi.org/10.1111/imb.12888
Comments