Microbioma intestinal, un mundo microscópico dentro de ti
- Biontes
- 21 abr
- 6 Min. de lectura
Gerardo Heredia García
Octavio Dublán García
Resumen

El microbioma intestinal es un complejo ecosistema integrado por miles de millones de microorganismos, los cuales cumplen con funciones específicas para prevenir, mantener y mejorar la salud de las personas. Entre estas funciones se encuentran la producción de sustancias que ayudan al sistema inmunológico, así como a producir vitaminas y neurotransmisores relacionados al comportamiento y salud mental. Además, ayudan a una mejor absorción de nutrimentos por medio de la generación de enzimas y actúa como barrera intestinal ante posibles ataques de microorganismos dañinos. Ya que son indispensables para nuestra salud general, mantener un equilibrio sano entre los microorganismos a través de la dieta es fundamental.
Palabras clave:
Microbioma intestinal, Dieta, Probióticos
Introducción
¿Qué es el microbioma intestinal?
El cuerpo humano está constituido por miles y miles de células que se encargan de darle funcionamiento a todos los sistemas, en otras palabras, el cuerpo es como un gran reloj y las células son los engranajes encargados de mantener un funcionamiento correcto. En ocasiones, podemos llegar a pensar que nuestro cuerpo es independiente y funciona solo todo el tiempo. Sin embargo, existen seres vivos microscópicos que viven en nosotros y que son la clave para que nuestros sistemas funcionen correctamente.
Los microorganismos se encuentran distribuidos en todos lados, por lo que es natural encontrarlos también en nuestro cuerpo. Pero no hay de que asustarse, si bien, algunos de ellos pueden ser dañinos, la mayoría son más amigables e incluso indispensables para nosotros.
¿Dónde podemos encontrarlos? Están presentes en sitios como la piel, la boca, el estómago, el intestino y otras partes del cuerpo, tanto interna como externamente. Por ejemplo, en el intestino tienen una gran influencia y todo el conjunto de microorganismos en esta zona se le llama microbioma intestinal.
El microbioma intestinal se integra por una gran cantidad de microorganismos, principalmente bacterias, aunque también podemos encontrar hongos, virus y parásitos. Al igual que nosotros necesitamos los alimentos como combustible para realizar actividades diarias, los microorganismos también requieren nutrientes que contribuyan a su desarrollo y proliferación.
Los tres grupos o filos bacterianos más importantes presentes en nuestro intestino son: Firmicutes, Bacteroidetes y Actinobacteria. De aquí se desprende una amplia gama de géneros y especies. Es importante aclarar que algunos pueden ser dañinos y otros benéficos. Por lo tanto, nos centraremos en aquellos que nos ayudan y se encuentran en equilibrio con nosotros, como es el caso de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium.
Funciones del microbioma intestinal
Nadie se encuentra exento de la presencia de microorganismos en el tracto intestinal, por lo que es importante conocer cuáles son algunas de las funciones que llevan a cabo.
Las bacterias del género Lactobacillus y Bifidobacterium producen enzimas que descomponen los carbohidratos, proteínas y azúcares que provienen de los alimentos que consumimos normalmente. Esto ayuda a nuestro sistema a digerir más fácilmente los nutrimentos necesarios para obtener la energía del día a día. Además de eso, los Lactobacillus intervienen en la activación o inhibición del sistema inmune, mediante la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), lo cual es necesario para protegernos de otros microorganismos que son dañinos, conocidos como patógenos.
Otra de las funciones, es la de crear una barrera que protege las paredes intestinales contra los patógenos. En principio, los microorganismos benéficos compiten por el alimento, limitando que los patógenos puedan unirse y crecer en nuestro intestino. Es por ello que tener un microbioma sano y poblado de microorganismos buenos es una gran estrategia contra las enfermedades (Fig. 1).

El microbioma intestinal también mantiene una estrecha relación con el sistema nervioso central (SNC), este último es el encargado de controlar todas las funciones del cuerpo, como el movimiento, el pensamiento, aprendizaje, sensaciones, sueño, etc. Pero, ¿Cómo influyen los microorganismos intestinales en funciones relacionadas al sistema nervioso? Esto lo realizan gracias a su relación en el eje intestino-cerebro, en el que millones de neuronas se encuentran conectadas y a su vez son activadas por la producción de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina (Fig. 2). Estos neurotransmisores, producidos en gran escala por el microbioma intestinal, desempeñan roles en la regulación del estado de ánimo, la digestión y la sensibilidad ante el dolor. Este es un hecho muy interesante, ya que se puede establecer una relación entre el microbioma y algunas enfermedades de manifestación psiquiátrica, como es la depresión y la ansiedad.

Factores que alteran al microbioma intestinal
Existen diversos factores que pueden aumentar o disminuir la presencia de microorganismos en el intestino. Hay factores que son extrínsecos como la carga microbiana del ambiente, hábitos de alimentación, estrés, consumo de agua clorada, alimentos con plaguicidas y consumo de medicamentos (especialmente los antibióticos). Dentro de los factores intrínsecos podríamos encontrar el funcionamiento normal del cuerpo (fisiología) y la genética.
Como hemos visto, estas alteraciones pueden tener repercusiones en la salud, por lo que debemos de mantener una dieta saludable y equilibrada, ya que es uno de los principales factores de alteración.
Impacto de la dieta en la composición del microbioma intestinal
Lo que consumimos puede llegar a tener un impacto en la composición de las comunidades microbianas presentes en el intestino. En algunas investigaciones se ha observado un microbioma diferente entre mamíferos herbívoros, carnívoros y omnívoros. Lo que evidencia que la dieta es un factor importante que determina esta composición.
Las dietas que son ricas en grasas y bajas en fibra pueden modificar negativamente las poblaciones bacterianas que son benéficas, lo cual provoca una disminución de Lactobacillus y favorece la presencia de bacterias dañinas. Otro tipo de dietas, como la mediterránea, que consiste en consumir alimentos de origen vegetal; como frutas, verduras, legumbres y cereales; promueve la diversidad bacteriana y mejora la salud intestinal.
Además de la dieta, el consumo de suplementos puede influir en la composición del microbioma, específicamente aquellos denominados prebióticos y probióticos. La diferencia es que un prebiótico es el alimento de los microorganismos y consisten principalmente de fibra, mientras que los probióticos son los microorganismos que consumen esos prebióticos y pueden estar presentes como organismos vivos en los suplementos o en ciertos alimentos fermentados como el yogurt, kéfir, kombucha, etc.
¿Crees que una alimentación en zonas urbanas y rurales influye en la composición de la microbiota intestinal?
Diversos estudios han revelado que las sociedades industrializadas, donde predomina el consumo de alimentos proteicos y grasos, presentan en mayor proporción bacterias del género Bacteroides. Mientras que, en zonas rurales, donde se consumen principalmente carbohidratos complejos, fibras y proteínas de origen no animal, predominan las bacterias del género Prevotella, una mayor diversidad microbiana y mayor producción de ácidos grasos de cadena corta. Por lo tanto, al analizar esta información podríamos responder a esta pregunta con un sí, ya que de manera general podrían existir diferencias de acuerdo a la ubicación geográfica y tipo de alimentación entre poblaciones.
Conclusión:
El microbioma intestinal es mucho más que un conjunto de microorganismos que habitan en nuestro intestino, fungen como elementos esenciales para la salud. La influencia del microbioma abarca desde la alimentación hasta la salud mental, en donde desempeña un papel de vital importancia en la prevención y tratamiento de enfermedades gastrointestinales, metabólicas y mentales. Por otro lado, la relación de la dieta y el microbioma abre el panorama hacia una alimentación más saludable para la mejora de la calidad de vida que puede variar y ser específica para cada ser humano. Ahora ya sabes la importancia de cuidar a esos seres microscópicos que habitan en tu cuerpo.
Literatura relacionada
Álvarez, J., Fernández Real, J. M., Guarner, F., Gueimonde, M., Rodríguez, J. M., Saenz de Pipaon, M., & Sanz, Y. (2021). Microbiota intestinal y salud. Gastroenterología y Hepatología, 44(7), 519–535. https://doi.org/10.1016/j.gastrohep.2021.01.009
Suárez, J. E. (2013). Microbiota autóctona, probióticos y prebióticos. Nutrición hospitalaria: órgano oficial de la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral, 28, 38–41. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112013000700009
Singh, S., Sharma, P., Pal, N., Kumawat, M., Shubham, S., Sarma, D. K., Tiwari, R. R., Kumar, M., & Nagpal, R. (2022). Impact of environmental pollutants on gut microbiome and mental health via the gut-brain axis. Microorganisms, 10(7), 1457. https://doi.org/10.3390/microorganisms10071457
Semblanzas

Gerardo Heredia García. Doctor en Ciencias y Tecnología Farmacéuticas Posdoctorante en Facultad de Química, Universidad Autónoma del Estado de México, Laboratorio de biotecnología y toxicología.
Correo: gheredia277@gmail.com
Tel. +52 7291623978
ORCID: 0009-0007-5949-2600

Octavio Dublán García. Doctor en Biotecnología y Profesor-Investigador de Tiempo Completo, categoría E, Facultad de Química, Universidad Autónoma del Estado de México, Laboratorio de biotecnología y toxicología.
Correo: odublang@uaemex.mx
ORCID: 0000-0001-6264-2912
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